¿Quieres lanzar o reformular un proyecto, pero te haces un millón de preguntas? Es hora de recoger ideas y hacer nacer tu empresa plasmada en papel con un plan de negocios.
Un plan de negocios siempre es una buena idea. Sea por el motivo que sea por lo que has decidido crear un negocio – ganar más dinero, querer ser tu propio jefe, aplicar recursos disponibles, alcanzar el éxito – y suponiendo que ya tienes una buena idea en mente, el siguiente paso que hay que analizar es si esa idea es viable y disminuir el riesgo con un plan base que estructure y defienda tu idea.
Un plan de negocios está considerado como una herramienta orientadora y que te aproxima fácilmente al verdadero potencial de tu idea, pero no es más que plasmarla en papel debiendo responder a preguntas como “¿qué productos ofrezco?”; “¿de qué modo?”; “¿cuál es mi objetivo?”; y “¿qué estructura necesito?”.
Usa el plan de negocios para esclarecer tu estrategia, identificar posibles obstáculos, decidir lo que necesitas en relación con los recursos y evaluar la viabilidad de tu idea/planes de crecimiento antes de iniciar el negocio.
Pero ¿Qué es realmente un plan de negocios?
Aunque muchas veces está asociado a la necesidad de obtener financiamiento/inversión – es el caso de los startups –, un plan de negocios es, en realidad, una herramienta importante para cualquier empresa, independientemente de su fase de desarrollo, dado que permite anticipar problemas, monitorizar el progreso y hasta reclutar talento. En el fondo, y como afirma Stever Robbins, “solo entendiendo verdaderamente el negocio es posible alcanzar los resultados que se ambicionan”, y ese es el objetivo real de cualquier plan de esta índole.
Sí, elaborar un plan de negocios da trabajo, porque te obliga a reflexionar sobre los aspectos esenciales de la construcción de tu proyecto, pero ignorarlo es la mitad del camino para el fracaso. Piensa en él cómo la respuesta, más o menos concisa, a un conjunto importante de dudas, que te ayudarán a formular objetivos de negocio específicos.
Para facilitarte el entendimiento de cómo puedes comenzar a estructurar tus ideas, resumimos estos tópicos para una orientación inicial.
Ahora que ya sabes cómo debes pensar tu plan de negocios, es el momento de ponerse manos a la obra. Escríbelo y compártelo con personas cercanas que te puedan dar perspectiva sobre lo que tienes en mente.
Con un plan listo, solo falta ponerlo en práctica y elegir las herramientas adecuadas. No te olvides del software de gestión para afianzar tu idea, ya que el control crítico del negocio es importante para tu éxito.
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